1. Detallar la finalidad de los fondos y concretar su importe

¿Para qué quieres el dinero? Igual que si tu hijo te pide dinero, tú querrás saber para que lo quiere, el banco querrá saber la finalidad que le vas a dar a ese dinero. Es lo que comúnmente se denomina: destino de los fondos.

Hay mucha diferencia entre decir: “necesito 115.000€ para realizar una compra extra a mi proveedor alemán”, que afirmar: “necesitaría unos 100.000€, pero quizá pueda arreglarme con 75.000€”. La mentalidad debe ser la del elevator pitch: claro, directo y conciso.

Si además de concretar importes, dejamos claro el producto, la entidad estará encantada. “Estos 115.000€ los quiero en una línea de comercio exterior que me permita financiar mis importaciones”.

2. Cómo vas a devolver la financiación solicitada

Además de conocer el destino de los fondos, las entidades querrán saber cómo y cuándo lo vas a devolver. Por tanto, la segunda pregunta que tienes que aclarar a tu entidad es ¿cómo le vas a devolver la cantidad solicitada?

Aquí debes explicar, al menos, cómo te van a pagar tus clientes a los que les has vendido los productos comprados. “Una vez estén los productos en mis instalaciones, tardan unos 15 días en salir de mi almacén y mis clientes me pagan por transferencia a los 90 días, financiación empresarial”.

3. Qué garantías aportas

Una vez que has determinado el destino de los fondos, hasta has concretado importes, incluso te has elaborado una previsión de ventas para este ejercicio, no dejes de responder a la tercera pregunta: ¿qué garantías aportas? Esto te respaldará si aparecen problemas como que los clientes no pagan, pagan con retraso, etc.

A no ser que tengas una mega empresa -veterana y con una elevada solvencia-, si algo nos ha dejado la crisis financiera es que los bancos cada vez piden más garantías. Tocará avalar.

Hay mecanismos que pueden evitar este paso y que explicaremos en otro post, pero debes tener en cuenta que es muy posible esta opción y que debes dejar clara la solvencia que tienes si quieres conseguir tu objetivo: que el banco confíe en tu proyecto y te preste esa financiación que hará crecer tu negocio.