Hay quienes dicen que no hay que mezclar trabajo y amor, pero Antonio Blanco y su mujer representan la excepción. Hace más de veinte años que además de hogar comparten oficina y forman el tándem perfecto. En 1994 fundaron I.M.B. ELECTRICIDAD, empresa dedicada a la instalación y mantenimiento de servicios a comunidades de propietarios, empresas, así como particulares.

“Él es más analítico y yo muy intuitiva. Vemos las cosas desde puntos de vista diferentes que nos permite tener diferentes ángulos de visión, pero solemos llegar a la misma conclusión. La constancia, la perseverancia y el trato cercano con nuestros clientes han sido nuestros pilares para mantenernos y superara épocas malas”,  afirma la mujer de Antonio Blanco.

La organización y la correcta gestión les ha permitido convertirse en una de las empresas líderes de su sector en Madrid. “Desde el principio teníamos las ideas claras. Veníamos de sectores relacionados con este ámbito y sabíamos que había un nicho de mercado. No obstante, los inicios fueron complicados, sobre todo a la hora de pedir créditos, porque íbamos al banco y nos cerraban la puerta”, explica el director de la empresa.

Durante tiempo observaron que cada vez que había que hacer alguna obra en una comunidad de propietarios, no llegaban los presupuestos, faltaban materiales y esto suponía que al final la obra no se hacía o se retrasaba, con la problemática que esto conllevaba. “Nosotros nos anticipamos a las necesidades de nuestros clientes eso supone agilidad que es lo que ellos buscan”, reconoce  Antonio Blanco.

Aprendizaje continuo

Tener experiencia en este sector les ayudó a la hora de sentar las bases de su empresa. Sabían dónde estaba el problema y contaban con los conocimientos y los recursos para ofrecer una respuesta. “Cuando empezamos con la idea, escribimos el plan de negocio pero sobre todo la experiencia y la intuición fue nuestra guía. Asimismo siempre tenemos en cuenta al cliente, pues no hay mejor marketing que hacer que un cliente hable bien de tu negocio”, explica Blanco.

Reconocen que a pesar de ser una pyme están muy profesionalizados, ofrecen un presupuesto detallado para que no haya lugar a duda, y tienen una gran organización y previsión de recursos. Esto supone que necesiten tener cash flow de manera continua, ya que además cuenta con el hándicap de que los plazos de cobro no son instantáneos. “En este sentido gracias a trabajar con IDF All Financing hemos conseguido financiación tanto para inversión como para circulante. El retraso de los pagos de nuestros clientes hace que en ocasiones tengamos problemas de liquidez, por eso requerimos los servicios de una consultoría que nos ofrecía una respuesta rápida y con muy buenas condiciones”, afirman los gerentes.

Reconocen que en un sector tan amplio como el de las reformas la única manera de fidelizar a los clientes es la rapidez y la confianza, eso supone que constantemente estén llenando el almacén de aquellos productos que con mayor frecuencia se demandan lo que requiere de mucha liquidez. Pues mantener la reputación de la marca también exige una calidad elevada y constante. Que el consumidor siempre reciba exactamente lo que espera, es la finalidad que esta pareja se propone lograr cada día.