Por qué no deberías financiar tu empresa sólo con sus fondos
financiar tu empresa

Carlos Rojo, consultor de IDF All Financing, nos cuenta claves para financiar tu empresa

Utilizar los recursos internos de tu empresa para financiar su crecimiento puede parecer una opción segura, pero no siempre es la estrategia más inteligente.

Muchas veces las empresas nos indican que no necesitan financiación, que se autofinancian, y lo que de primeras parece una opción adecuada, normalmente lo que esto conlleva es una pérdida de oportunidades. Por eso queremos contaros los riesgos y sobre todo las limitaciones de depender exclusivamente de los fondos propios: 

  1. Falta de liquidez operativa

Al destinar los fondos de la empresa a nuevas inversiones o proyectos, reduces su capacidad para cubrir gastos operativos diarios, como nóminas, proveedores o impuestos. Esto puede poner en riesgo la estabilidad financiera del negocio. 

  1. Limitación de oportunidades de crecimiento

Los recursos internos suelen ser limitados. Si dependes solo de ellos, podrías perder oportunidades clave para expandirte, innovar o competir en el mercado, especialmente frente a empresas mejor financiadas. 

  1. Mayor presión sobre el flujo de caja

Reinvertir todos los beneficios en la empresa puede generar un flujo de caja ajustado, lo que dificulta enfrentar imprevistos o crisis económicas. Un colchón financiero es esencial para la marcha del negocio. 

  1. Riesgo de desequilibrio financiero

Financiar proyectos grandes con fondos propios puede desequilibrar la estructura financiera de la empresa, especialmente si los retornos no se materializan en el corto plazo. 

  1. Falta de validación externa

Cuando buscas financiación externa, los inversionistas o bancos evalúan tu proyecto y su viabilidad. Si solo usas fondos propios, pierdes la oportunidad de validar tu modelo de negocio con terceros, lo que puede ser crucial para identificar áreas de mejora. 

  1. Menor capacidad para aprovechar oportunidades

En un mercado dinámico, las oportunidades surgen rápidamente. Si no cuentas con acceso a capital externo, podrías quedarte atrás frente a competidores que sí lo tienen. 

¿Cuál es la mejor alternativa?

Todo depende de cada empresa y situación, por eso lo mejor es contar con una consultora que te pueda ayudar a la hora de plantear y buscar una nueva financiación, ya que te podrá plantear opciones como:

  • Préstamos bancarios: Te ayudarán a financiarte sin comprometer los fondos propios de tu empresa. 
  • Inversores externos: Atrae capital y al mismo tiempo atrae experiencia y contactos valiosos.
  • Subvenciones y ayudas públicas: Accedes a recursos no reembolsables para financiar proyectos estratégicos.
  • Crowdlending: Accedes a financiación a través de plataformas que aglutina a pequeños inversores y validan tu idea en el mercado.

Y es que financiar tu empresa no tiene por qué significar agotar tus propios recursos. Exploremos opciones que te permitan crecer de manera sostenible, minimizando riesgos y maximizando oportunidades. 

¿Quieres que te ayudemos? Ponte en contacto con nosotros y desde la primera llamada descubrirás cómo podemos ayudarte.

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