Los análisis apuntan a que nos encontramos en la recta final de la crisis sanitaria y muchas empresas han comenzado un proceso de recuperación que pasa por la inversión en activos productivos.
Inversiones que contemplan la mejora competitiva, la transformación digital e incluso el ahorro energético. Nuevos establecimientos, ampliación de capacidad productiva, diversificación de la producción o transformación del proceso productivo, se han vuelto claves. La compra o el arrendamiento de la maquinaria y la adaptación de los inmuebles se han convertido, entre otros, en focos de la financiación empresarial actual.
Se prevé que a finales del próximo año la inversión a nivel global alcanzará el 121% de los niveles anteriores a la recesión provocada por el COVID19.
Aunque al principio de la pandemia la inversión cayó de forma más pronunciada que en la anterior crisis financiera de 2007-2009, ahora se está recuperando con mayor rapidez que esta.
Por ello son muchos los sectores que quieren afrontar con fuerza esta recuperación atendiendo además a un cambio de modelo de consumo:
Las empresas con base tecnológica están incrementando la inversión en activos como los equipos informáticos ya que la pandemia ha creado nuevas demandas. Cada vez se hacen más compras online, aumenta el teletrabajo y se necesitan nuevos equipos y programas informáticos para que todo este engranaje funcione sin problemas.
Esta nueva demanda se traduce en que las empresas, y no sólo de transporte y logística, sino fabricantes, también deben acometer la compra de nuevos vehículos como camiones, furgonetas o vehículo industrial para ampliar su capacidad de servicio, tras encontrarse de manera repentina con un aumento del gasto de los hogares a la que hacer frente.
Esta situación está llevando en paralelo a un aumento de la inversión en los bienes inmuebles para la ampliación y adecuación de naves. Las recientes subidas en el precio de la luz, está llevando a las empresas a pensar nuevas formas de ahorro energético para paliar los efectos de las eléctricas con inversiones en locales comerciales y naves industriales optimizadas para evitar el derroche de Kw.
Si bien la inversión en equipos informáticos no conlleva para una PYME media un desembolso preocupante; cosa muy diferente son las inversiones en maquinaria, locales o vehículos, donde tras pasar por unos meses de gran incertidumbre, no consiguen en muchos casos la financiación necesaria para acometer los proyectos que plantean.
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Para hacer frente a esta recuperación y a las necesidades de las empresas ante sus proyectos, la financiación se ha vuelto imprescindible; por eso en IDF All Financing contemplamos todas las vías posibles para hacer llegar a nuestros clientes la liquidez necesaria con la que afrontar los retos que tendrán por delante en el año 2022.
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