El pool bancario o corro bancario es un documento donde se presenta la lista de todos los proveedores financieros que aportan liquidez a una empresa y las condiciones de los productos. Es una herramienta fundamental para evaluar el endeudamiento de la empresa y el riesgo potencial de adquirir una nueva fuente de financiación.
Cada vez que una empresa solicita cualquier producto de financiación, la entidad le pide una serie de documentación para analizar su solvencia. Además de la información contable (balance de situación, la cuenta de resultados) o fiscal (IVA, Impuesto de Sociedades, IRPF, etc), siempre solicitan el denominado pool bancario.
¿Qué debe contener el pool bancario?
En este informe, la empresa debe reflejar aspectos como:
- Identificación: nombre del proveedor financiero.
- Tipo de producto.
- Importe solicitado y saldo actual: límite concedido para cada producto y el saldo actual pendiente de reembolsar.
- Fecha de formalización del producto y fecha en que vence.
- Plazo de duración.
- Cuotas mensuales: importe fraccionado que devuelve a la entidad (capital e intereses) de los préstamos o leasing.
- Garantía: si el producto concedido va con algún tipo de garantía (hipotecaria, aval del socio, etc).
Otro tipo de información que se puede detallar en el pool bancario es el tipo de interés de cada producto financiero o el porcentaje de riesgo que representa cada entidad sobre el total de riesgo concedido. Además, se recomienda adjuntar los últimos recibos de cada uno de estos productos financieros, o bien un certificado de deudas pendientes en cada banco.
Este detalle de endeudamiento es complementario a los datos que el banco consulta en la Central de Riesgos del Banco de España (CIRBE). No en vano, el pool bancario y la CIRBE suelen coincidir, pero no siempre. Por eso se aconseja que el pool bancario sea un documento dinámico, que se actualice con cierta periodicidad.